El alma que no enamora.

De <<Riachuelos de otoño>>
A una prostituta corriente

"Cálmate, estate tranquila, soy Walt Whitman, generoso y sano como la naturaleza,
hasta que el sol no te rechace yo no te rechazaré,
hasta que las aguas no se nieguen a brillar para ti y las hojas no se nieguen a susurrar para ti, mis
    palabras no se negarán a brillar y susurrar para ti.
 
Muchacha, te doy cita y te encargo que hagas preparativos para ser digna de conocerme.
Y te encargo que seas paciente y perfecta hasta que yo venga.
 
Hasta entonces te saludo con una mirada elocuente para que no me olvides".

 

Hojas de Hierba, Walt Whitman.

 

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Soy Walt Whitman y quiero que seas feliz.

Soy Walt Whitman y quiero que gimas.

Soy Walt Whitman y quiero que sangre

el alma de Dios.

Soy Walt Whitman y al mismo tiempo
no soy Walt Whitman porque Walt Whitman es Dios
en esta tierra

y este Dios jamás ha existido
en esta tierra.

 

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