La anterior entrada era un retrato metafórico de la política, la justicia, la sociedad y el Estado español actualmente: infantiloide, carente de sentido, de unión y en cierto modo de credibilidad.
Ello no significa que nuestra democracia esté al borde de la destrucción, no. Es una llamada a la reflexión, a la razón. Tenemos la obligación moral como ciudadanos de exigir una mejora de la clase política, y de la aplicación de la política en sí.
Esta exigencia la podemos llevar a cabo a través del voto. El voto es nuestro medio para ejercer la política, y debemos usarlo siempre. Al menos si queremos cambiar la situación.
Es algo por lo que debemos luchar, pues si no lo hacemos, ¿realmente somos ciudadanos?
Aclaraciones by Marc Ortiz :)
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