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Somos ciudadanos carentes de ciudadanía. Hemos perdido la soberanía que antaño poseíamos. Vivimos en un Estado podrido, dirigido por gente podrida, que toma decisiones más podridas si cabe.
La propaganda se nos implanta en el cerebro. Somos máquinas preparadas para ser explotadas. Nunca aprenderemos qué es la vida. Exhalamos deseos de placer. Eyaculamos odio por nuestros poros. Sangramos amor por nuestros ojos.
Y a pesar de todo, no somos humanos.
No somos ciudadanos. ¿Quizás no somos nadie?
Quién sabe.
El exterminio ha comenzado.
El genocidio es la solución.
El Terrorismo de Estado el medio.
Es necesario.
El genocidio es la solución.
El Terrorismo de Estado el medio.
Es necesario.
Nunca aprenderemos qué es la vida, tu lo has dicho.
ResponderEliminarY seguirá así, hasta que nos quitemos la venda de los ojos, o mejor dicho, que dejen que nos la quitemos.
Exacto, mi querida Adriana.
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