Nunca un perfil hizo temblar mi alma.
Llorar.
Hasta que descubrí el suyo.
Un perfil que me pregunta si soy digno de observarlo.
No, no lo soy.
Pero debo mirarlo.
comprenderlo.
Unas líneas trazadas por un pintor maestro del impresionismo,
sabedor de la perfección y de la belleza.
Ha pintado millones,
Pero ninguno como el tuyo,
el más bello jamás creado.
Y yo, me presento ante él,
nervioso, algo abatido.
Y lo observo.
Y me echo a llorar,
pues estoy ante lo que he soñado durante años,
durante toda mi vida si cabe.
Un perfil nacido para ser amado,
adorado,
odiado,
besado,
contemplado.
Pero sobre todo, nacido para conmover el alma.
.
Sublime querido
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