En fin, qué te voy a contar, las paredes tienen escrito el mensaje para aquellos que saben leer y no se atreven a gemir en mitad de la madrugada en el solsticio de -no existe-.
Pinto la estepa en el desierto de mi tundra para conseguir el acuerdo entre ambas partes de mi cuerpo y evitar mi temprana negrura.
Elige un arma, una salida o escapatoria y reconstrúye(te)(la)(le) o pereceremos tras el terremoto que se avecina.
[existen una maldad
que alquila un apartamento
en aquella calle
que alquila su alma
y te excita y roba
con maldad]
{un, dos tres, miénteme otra vez}
{un, dos tres, miénteme otra vez}
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