12/3/12
Las monas y los sentimientos ajenos.
"Vale sí, me besó. ¿Y qué? Y me encanta verle. Y no se acaba el mundo. Y soy feliz. Pero, ¿ahora qué? Es que no sabes lo que es. Es como si tu cuerpo te pidiese ir corriendo a su casa, decirle que le quieres, abrazarle, tirarle a la cama y hacerle el amor. Pero no es porque quieras follar. Es porque le necesitas cerca y pasar los dedos por su espalda. Es como si todas las cosas bonitas que todo el mundo se imagina, y de las que yo me burlo, con él tuviesen sentido. Y ahora tengo los ojos lagrimosos. Y te quiero. Sé que tú y yo vamos a estar juntos toda la vida, porque lo sé. Y cuando tengamos cincuenta años y hayan pasado mil cosas ambos sabremos que fue el amor de mi vida. Porque si alguien consigue que yo le quiera así, que me vayan avisando. Y esto que voy a decir... en parte es gracias a ti. Es como si me hubieses enseñado a querer a alguien".
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
.
-
►
2013
(44)
- ► septiembre (4)
-
▼
2012
(113)
- ► septiembre (5)
-
▼
marzo
(13)
- De cualquier modo.
- Amarillo m&m's.
- No es un hogar.
- Ascenso.
- Una 'hache' tatuada en mi piel, muda y muy terca.
- Carboncillo para tatuajes.
- Miércoles festivo.
- Gramáticas subdesarrolladas.
- Las monas y los sentimientos ajenos.
- Breakfast at Malasaña.
- Planta uno. Sala doce. Pintura española.
- In the middle of her lips.
- Está tan enamorada. Y el fuego ya no quema.
-
►
2011
(91)
- ► septiembre (9)
No hay comentarios:
Publicar un comentario