Han dejado de iluminar nuestro camino, nuestra ruta, tu senda hacia su vientre. Sólo quieren joderte y matarte.
Coge un chicle, mastica y bebe un poco de agua. Saben que no se te va a pasar la resaca a sexo, pero bueno. Luego vamos al centro a gastar todo el dinero que papá ha conseguido este mes. El sueldo de mamá nos importa una mierda, comparado con el de papá es orín fermentado.
Y enamórate del dependiente del H&M de Gran vía, el H&M que antes era un cine, el grande y bonito.
Sal y enciéndete un Camel. Porque tú ya no fumas cigarros, fumas Camel. Cásate con Camel y fúmatelo entre las sábanas de mi dormitorio.
Luego camina hacia tu apartamento en Malasaña y cuando llegues fúmate un porro y siéntete muy dulce y muy frágil. Violada y preparada para comerte tu puta ciudad. El LSD es para por la noche, cuando te transformas en quien no eres.
Qué fácil es enamorarse. Qué fácil es ser feliz. Qué fácil es mentirte.
Cómprame un Kandinsky y así, a lo mejor, si se lo regalo a mi padre consigo que me perdone, que me ame.
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