24/4/11

Ancla, segunda parte.




“Quizás no sepa amar,
pero tengo sequía en mis ojos
y las mejillas aradas de lágrimas
de tanto aprender a hacerlo”
           - Javier Corcobado.






Yo no sé amar, ni quiero aprender a hacerlo. A mi edad los adolescentes se enamoran con la misma facilidad con la que mean, cagan o sufren un coma etílico. Ojalá todo fuese tan fácil.
Yo no creo en el amor. Amar es vivir esclavizado. Follar es tener sexo con tu esclavo/a. Creemos que nos enamoramos, pero la realidad es que hay que enamorarse para sobrevivir. ¿Quién puede pagar una hipoteca hoy día solo? Luego está el segundo paso: el matrimonio, que no es ni más ni menos que la esclavitud legitimada.
Vosotros no os enamoráis de una persona, os enamoráis de un sexo. Si vuestra pareja perteneciese al sexo contrario, ¿os enamoraríais de ella? No. Aunque se comportara del mismo modo, aunque pensara lo que ya pensaba y le gustara lo que ya le gustaba, ¿os enamoraríais de ella? No. Nunca. Porque no buscáis el amor, buscáis la satisfacción sexual, el placer.
No estáis enamorados. Yo tampoco.
Yo no creo en el amor. Vosotros os engañáis creyendo que existe cuando todos buscamos sexo.

Yo no creo en el amor.


Sólo sabemos follar.

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