Hablar en primera persona del singular.
Qué debilidad la no compañía del verbo.
Si en ti impera la soledad,
desata la tormenta que te mantiene atrapada.
"Te haría el amor
(con y sin amor)
pero sobre todo con amor,
tantas veces como aguantase mi alma,
despacio,
lento,
como aquel día de enero
sin que fuera enero.
Te haría el amor
(con y sin amor)
pero sobre todo sin amor,
sin cuidado,
sin apuros,
como si fuese la única manera
de devolvernos la vida.
Te regalaría
/al fin y al cabo/
tantos orgasmos
como poesías.
Y es que a veces,
entre nosotros,
sobran las palabras bonitas.
Como sobra,
a veces,
morderse la lengua
para no decirlas.
No te imaginas cuanto tiempo
tuve que morder la mía.
Casi tantas,
como el tiempo,
en que invite a la tuya
a bailar a escondidas.
Si el fin del mundo es eso,
entonces,
quiero que se repita"
Fragmento maldito, Sabrina Fusco