23/8/11

Tapa dura azul celeste, II.

Duele quererte. Duele. Duele mucho. Consume con ansia y duele.

Aquel día, aquel primer puto día que hablé solo, que hablé conmigo mismo, que hablé con el otro “yo”. Desde aquel día todo es diferente, desde el color de las paredes a la textura de mi piel. “Loco, loco” decían. Hijos de puta. Loco, sí. Enfermo, sí. Vuestro odio me ha vuelto loco.

Ella me manda escribir estos (denominados por ella) diarios. Ella no tiene nombre. Bueno, sí tiene nombre, pero no me lo ha dicho. Dice que “es mejor cuanto menos sepa”. Qué hija de puta mentirosa. ¿Por qué todos mienten? ¿Por qué nadie sonríe cuando me mira?

Me hace mucha gracia cuando se pasa el pelo por detrás de la oreja. Me recuerda a las niñas de la guardería, cuando se pasaban el pelo por detrás de la oreja porque al jugar les molestaba. Era tan simpático de pequeño.

A veces sueño que todo arde. A veces veo fuego y me siento líquido. A veces siento; y la verdad que no está nada mal sentir. Nunca me siento culpable, eso sí. Ah, las bombillas queman tanto. Tanto como me cansa escribir.

17/8/11

Sobre la manifestación del #17A:

Hoy he estado en la manifestación laica que se ha “celebrado” en Madrid. He ido porque coincido con muchas de sus reclamaciones: se están dando privilegios a la JMJ en muchos aspectos, mientras que el resto no los tenemos –por ejemplo-. Pero no me ha gustado lo que he visto:
 ¿Qué es eso de gritar a una monja que cruza Sol? ¿O a unos chicos que van hacia Cibeles? ¿Qué mierda de manifestación es esa, alguien me lo explica?
Vale, no todo el mundo ha gritado a los JMJ’s, pero sí mucha gente, y no me ha gustado. ¿Exigimos tolerancia pero no somos tolerantes? ¿Exigimos respeto y somos irrespetuosos? ¿En qué consiste el juego?
Todo esto también  aplicable a los JMJ’s que gritaban a los manifestantes por no pensar como ellos.
No me gusta tampoco montarme en el metro y encontrarme a JMJ’s cantando canciones católico-cristianas. El metro es transporte PÚBLICO. Yo uso cascos, no pongo música en mi móvil. Tampoco me apasiona ver Madrid lleno de basura y bolsas de McDonald’s.

Odio que este país se haga llamar "aconfesional" cuando no lo es.

No sé, me resulta todo tan vergonzoso, tan extremista… este país apesta.

8/8/11

Total tender: 286,89

I broke up with my boyfriend who used to call me darling when we made love because
I fell in love with a man who calls me slut when he fucks me.

5/8/11

Ancla, tercera parte.

-          Ha muerto.
-          ¿Qué? ¿Quién? ¿La abuela?
-          No.
-          ¿El abuelo?
-          No, Trini. Ha muerto Trini. Tenía cáncer y no me lo había dicho. No se lo había dicho a nadie. Me ha llamado Sandra, dijo que no quería que yo lo supiera.
-          Joder… lo siento mucho mamá.

Hay días que quedan grabados a fuego. Podría contarte incluso que llevaba puesto. Podría contarte que perfume sudaba mi madre. Incluso el sabor de sus lágrimas. Lo que es el dolor, ¿eh? Podría contaros todo. Llevaba un bolso marrón que nunca me ha gustado (el marrón nunca pega con el dolor, mejor el negro). Se había peinado esta mañana. También se había maquillado. Y había sonreído, como siempre, al despedirse. Sonreír, ¿para qué? Ni si quiera pudo ir al entierro. Todo estaba planeado para ahorrar el máximo dolor posible.
Supongo que yo haría lo mismo que ella. Quiero decir, si me detectasen cáncer, o que se yo, cualquier enfermedad que me acercase (aún más) a la muerte, no se lo diría a nadie. Si eso a mi familia. ¿Qué gano viendo cómo se lamentan por mí? ¿Cómo lloran por dentro e intentan sonreír por fuera? ¿Eh? ¿Eso me alarga la vida? Sólo me está recordando todo lo que me voy a perder cuando me vaya y no vuelva. Haría una lista sobre la gente que no quiero que venga a mi funeral. Él no estaría, por ejemplo, por mucho que duela. Toda esa gente del colegio tampoco, apestan. Hm, la verdad es que tendría que pensarlo mucho, porque si por mi fuera sólo vendría mi madre. Dejaría otra nota en la que daría permiso para que mi madre se tirase sobre mi tumba y gritara eso de “¡Es mi hijo, no os lo llevéis!”. No sería muy bonito, pero bueno. En las pelis lo hacen  y queda súper entrañable.
Espera, ¡yo quería ser incinerado! Hijos de puta, nunca cumplen la última voluntad del enfermo.